domingo, 24 de enero de 2016

Cosas que acontecen en mi ciudad… 19

Basado en hechos reales como consecuencia de subir el sigue aporte en tres de los grupos que hay creados en Facebook para tratar temas relacionados con la ciudad. Y, a raíz de que en uno se generó tanta actividad como controversia: la administradora optó por eliminarlo con el fin de salvar su culo, decidí subir el mismo aporte en el perfil de Izquierda Unida Miranda de Ebro: tal cual aparece aquí, es decir, sin poner el susodicho enlace, por considerarlo innecesario al ser consciente de que el encargado de gestionar la página del grupo político participó activamente en el sarao.









¡Esto ya se pasa de castaño oscuro!

Me parece deleznable la actitud del número 3 de IU, es decir, Pablo Castillo. El mismo que no tiene reparo alguno en afirmar que la Ordenanza sobre la tenencia de animales propuesta por el PSOE no tiene otro fin que el recaudatorio. Es lamentable que se valgan de este tipo tergiversaciones para desacreditar a quienes ven como enemigos por el hecho de que ostentan el cargo que evidentemente anhelan.

En la noticia publicada el día de San Antón se hacía mención a unos horarios y se indicaba que los perros podrían campar a sus anchas en estos y en cualquier zona siempre y cuando sus movimientos estuvieran supervisados por las personas que los saquen a pasear. Pues bien, este «señor» que intenta desacreditar la labor llevada a cabo por el grupo que gobierna en la ciudad, parece ser que no se ha leído el artículo 10 y 11 de la moción que su grupo presenta y que adjunto con la sana intención de que quien quiera pueda comprobar que en el apartado 1 de los artículos citados:

10. Presencia de animales en vía pública y espacios públicos.

1 -Los animales de compañía no podrán encontrase en la vía pública y espacios públicos sin ir debidamente sujetos por correa y acompañado por persona capaz.

11. Libre esparcimiento de perros en parques y jardines.

1 -En vías, parques y espacios públicos urbanos, salvo en los lugares autorizados por el Ayuntamiento, los animales deberán ir bajo control y sujetos mediante cadenas, correa u otro sistema adecuado a las características del animal con una longitud máxima de dos metros.

Y en caso de no cumplirse las normas, como en cualquier otra Ordenanza y municipio, será motivo de imponer la sanción correspondiente.

Entiendo que una persona que se dedica o aspira a vivir de la política, al menos ha de intentar ser coherente frente al público a la hora de hablar y actuar.

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   —Si usted tiene la sana intención de quien quiera comprobar lo que sea de nuestra propuesta, o una de dos o ponga el enlace o no omita lo que le interese. Pone los apartados 10 y 11 incompletos, póngalos enteros y sus argumentos se desmoronarán comentó el responsable de gestionar la Web de Grupo Político.

   —Kesito, haciendo clic en la imagen se accede a la moción íntegra. No sé que necesidad de tener que tergiversar lo que no entiendes. En el comentario lo único que hago es decir que parece ser que se te ha olvidado leer esos dos artículos y que adjunto el enlace donde pueden comprobarlo —respondí dirigiéndome a él por el nick o pseudónimo que utiliza en la Red.

   —Lo que usted diga.

   —Es bastante peor hacer lo que tú haces, decir las cosas a medias para hacer creer a los/as demás lo mala persona que soy. Que me bloqueaste para que no cogiese cosas tuyas, cuando en realidad eran de IU para comentarlas y/o criticarlas y tantas y tantas tonterías y falacias que sobre mí has dicho.

   »No me trates de usted cuando andas hablando a mis espaldas cosas que son inciertas y cuya intención no es otra que intentar desacreditarme.

   »He dicho y mantengo que me responsabilizaré de mis actos y palabras: no de lo que los demás puedan malinterpretar. Al parecer incluso has tratado de denunciarme oficialmente, tal y como leí en el post que eliminaron, y que justificaste tu marcha atrás porque no valía solo con denunciar, sino que tenías que presentar una querella: en lugar de decir la verdad, es decir, que no era punible mi comportamiento. Y, dicho esto, no tengo nada más que hablar contigo, no tengo trato con churrulleros ni enredadores.

A la mañana siguiente, descubrí que alguien se había pronunciado.

   —Estimado señor, creo que usted encaja en una de estas variables: 1. Tiene problemas de riego y la sangre al cerebro le llega de forma justita 2. Sigue usted agradeciendo favores al PSOE, día a día. Usted en Miranda ¿no ha sido candidato del PSOE en Miranda? ¿en El Torno? 3. Siga usted escribiendo entradas sobre mi en su blog que yo encantada iré ampliando la denuncia. Atentamente, FRAN

   —¡¿Estimado señor?! El /la que tiene un serio problema eres tú, pues: nada de lo que has escrito se atiene a la realidad, ni siquiera el atentamente.

   »A diferencia de ti, no necesito esconderme de nadie en un perfil falso donde apareces como hombre y te delatas como mujer. No creo que tenga necesidad de escribir sobre alguien que ni siquiera sé quién es. Parece ser que, a muchos de los/as que os tenéis por libertarios/as y estáis en contra de la Ley Mordaza, os gusta coaccionar la libertad de expresión con ridículas amenazas.


   »He observado también que, además de evidenciar que la capacidad de comprensión lectora está bajo mínimos, tenéis por costumbre mentir mucho y dar por hecho lo que imagináis. Y, dicho esto, hacerte o haceros saber que no tengo miedo a nada ni a nadie, que no me preocupa lo más mínimo que toméis las medidas que os apetezca, que a mi edad se está por encima de muchas cosas, que lo vivido sirve para adquirir experiencia y que soy consciente de que, ¡gracias a Dios!, la justicia dictamina sentencia cuando los hechos son probados y no cuando se imaginan.

Tres días después apareció el Líder de Izquierda Unida Miranda de Ebro.

   —la persona a la que acusas de querer vivir de la política trabaja día a día en una fábrica para poner un plato de lentejas en su casa y luego en su tiempo libre sacrifica su ocio para trabajar con los y las compañeras de Izquierda Unida defendiendo l oque considera justo y una de las cosas que hace es informarse, bastante mejor de lo que haces tú por cierto, que eres incapaz de leer ordenanzas y leyes. El elige utilizar su tiempo libre en algo productivo y tu en atacar y ser expulsado de grupos de debate en redes sociales, es cuestión de prioridades. Por cierto, flaco favor le haces al psoe y a Aitana con tus torpes intervenciones, al contrario de lo que tu crees más que ayudar al psoe lo desacreditas, y encima no creo ni que estes afiliado, ya que le dedicas la mayor parte de tu tiempo a defenderle al menos afiliate y paga cuota, que así al menos en algo les ayudarás.

   —Te has hecho un lindo retrato. Es evidente que en elocuencia y dialéctica andas igual que un pollo tomatero que se cree capaz de ocupar el sitio más alto en el gallinero, es decir, convertirse en el gallo del corral.

   »Mira que catalogar a Tú no eres de Miranda si no... y al fallido intento de La ciudadanía de Miranda de Ebro SI opina, aprende y... como a verdaderos grupos de debate social cuando allí no hacen más que discutir y cacarear sobre asuntos insustanciales. En fin, tendrás que seguir soportando cuanto tenga que opinar de ti y tu forma de actuar, al menos mientras ocupes y mal defiendas el puesto de Líder.

   »Hay más formas de hacer política que la de afiliarse a un partido, a través de la escritura se pueden defender muchas causas sin necesidad de tener que andar bailándole el agua a nadie.

jueves, 21 de enero de 2016

Cosas que acontecen en mi ciudad... 18

¡Iniciativas juveniles Sí, Picaresca No. Gracias!

Ahora se ha puesto de moda en la ciudad celebrar eventos que a priori hacen creer a cualquiera que su intención es hacer confluir a un gran número de personas en un determinado lugar para recaudar fondos a favor de una noble causa; pero si lo analizas con detenimiento: descubres que no es más que una burda estratagema para obtener beneficios propios.

El día 9 de enero, con la excusa de recaudar fondos para el pueblo saharaui, haciendo constar en el cartel anunciador que la recaudación irá destinada íntegramente al Sahara, se llevaron a cabo una serie de actos en la Fábrica de Tornillos: por la mañana, según tengo entendido, se podía colaborar aportando cualquier tipo de alimento no perecedero y degustando lo que se ofertase en la jaima allí instalada. Por un lado, decir que desconozco si la exhibición del Club de skate era por la mañana o por la tarde y si los artículos puestos a la venta era para contribuir con la causa o para autofinanciarse y si estuvieron expuestos durante todo el tiempo; por el otro, desconozco si la intención de los grupos musicales era para contribuir con la causa o para autofinanciarse, estos , a diferencia de los otros, contaban con un bar donde, además de vender todo tipo de bebidas, se podía adquirir alimentos y participar en una rifa ilegal, donde el premio era un lienzo o mural reivindicativo creado allí mismo durante las actuaciones. Me llama la atención que, a día de hoy, los que convocaron ese evento, no han hecho público a cuánto asciende la cantidad de alimentos y económica y si lo han enviado, tal y como anunciaban en el cartel, al Sahara.


Para el día 5 de febrero, según tengo entendido, los mismos van a celebrar otro acontecimiento «benéfico» a favor de Amidahi (Asociación Mirandesa de Afectados por el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad). En este caso especifican que pondrán unas huchas y que el contenido de estas será para la Asociación, pero de paso imagino que, además de los artículos que venda el Club para autofinanciarse, los concertistas instalaran otra vez el bar para lo mismo, es decir, obtención de beneficio propio. Y de ahí lo de ¡No a la Picaresca! ¡No a la economía sumergida! ¡No a la corrupción! ¡No a cederles las instalaciones de manera gratuita para su propio lucro!...

miércoles, 20 de enero de 2016

Amanece un nuevo día y…



Nelo es quien suele despertarme por las mañanas, y cada vez que a él le viene en ganas. El muy pájaro, de día, se pasa las horas durmiendo, a excepción de que, cuando le entra hambre, sale presuroso hasta el comedero como alma que huye del Diablo, es decir, sin mirar para atrás ni hacia ningún otro lado, y/o cuando le da el cuarto de hora, que es cuando enarbola e hincha el rabo y comienza a ir de un sitio para otro corriendo de lado como si fuera un cangrejo, a la par que emite un sonido gutural tan sutil como incomprensible para mí.

   Una vez en pie, Nelo siempre delante, nos dirigimos hacia el baño para liberar la tensión acumulada por la vejiga, poner el huevo y asearme; mientras tanto, él se mete en el bidé y comienza con el ritual de ponerse a escarbar sobre una de las paredes y si, por casualidad, emerge alguna gota de agua; primero la huele, después la toca, sacude la mano hacia el exterior y se la pasa por los ojos y la cabeza. Algo que me tiene asombrado por el hecho de que no sé si lo hace por imitarme o realmente para asearse, ya que, durante las horas que pasa despierto, suele hacerlo metiendo la pata derecha en el bebedero que comparte con Ortxa, o bien lamiéndosela. Una vez aseados, vamos a la cocina y, mientras me preparo el desayuno, Nelo se sube a la mesa y pasando por encima del fogón se dirige hasta una de las fregaderas para saciar la sed en un vaso que se deja allí todas las noches para ese fin y, una vez recogidos los utensilios, regresamos al dormitorio, conecto el ordenador y, mientras que este se activa, le tengo que estar masajeando y arrascando entre las orejas. Y, una vez que comienzo con la rutina de subir algún escrito al grupo que administro en Facebook, él se acomoda sobre la cama y tal como aparecen las esfinges al pie de las pirámides, con los ojos entrecerrados, me observa con detenimiento y, al cabo de una hora o así, hace como que se despierta, bosteza, se yergue, se retrae, ejercita las uñas sobre el edredón, me mira y con un lastimero y teatrero maullido: solicita que le preste atención y, cuando ve que dirijo la mano izquierda hacia él, se tumba panza arriba y le encanta que le toquetee el pecho y le rasque el cuello. Lo bueno que tiene es que se conforma con poco y eso me permite continuar con mis labores, aunque de vez en cuando, él reclama atención y si no le tengo en cuenta es tan atrevido que no tienen inconveniente alguno de subirse al escritorio y tumbarse sobre el teclado si es que no le cojo antes y le mezo entre mis brazos como a un bebé al tiempo que le hago carantoñas. La verdad es que no sé quien de los dos disfrutará más, ya que: es tal la simbiosis que a veces noto en mi esposa como si estaría celosa.


lunes, 18 de enero de 2016

¡Ahí va eso...!






La realidad es que a veces me sorprendo hasta de mi comportamiento, unas por mostrarme tan frío como un invierno polar, tan calculador como un matemático, tan visceral y dañino como la lava que es vomitada cuando, por lo que sea, se remueven los entresijos de un volcán; otras, en cambio, me muestro apacible, generoso, humanitario…, pero no es eso lo que me preocupa, sino la conclusión a la que he llegado: que ni siquiera depende de mí alcanzar las metas propuestas. Que mi matrimonio corre el riesgo de naufragar antes de que la muerte nos separe si se da la circunstancia de que pueda aparecer una tercera persona o incluso que sea mi esposa quien decida cómo, cuándo y hasta dónde… Que, independientemente de lo feliz que me siento al escribir y compartir lo que veo, vivo, pienso y siento, es más fácil que al final sea reconocido como un vulgar escribidor en vez de verme tal y como lo que soy: un albañil aficionado tardíamente a leer y escribir… Y, a pesar de que podría extenderme incluso más allá de la realidad, voy a quedarme aquí por considerar que para quién lo quiera entender: será más que suficiente.



sábado, 16 de enero de 2016

Hoy es el día de San Fulgencio…


Patrón de la «Noble, Leal y Benéfica ciudad que fue fundada en el año 1186, donde el Rey la ennobleció e imprimió en su plateado escudo UT PLACEAT DEO ET HOMINIBUS (Para el placer de Dios y de los hombres), es decir, Plasencia, la cuidad mora, judía y cristiana que me vio nacer allá por noviembre de 1963

Hoy, al levantarme de la cama, me he visto trasladado en tiempo y lugar nada más que a treinta y tantos años atrás en el barrio obrero de La Data, lugar donde vine al mundo, me crié y permanecí hasta los 29 años.

Por gentileza del Ayuntamiento, al igual que al resto de los barrios, según la tradición y tenían estipulado en el reparto equitativo por número de vecinos, a eso de las nueve de la mañana: llegaron los cuatro cerdos ya matados y eviscerados a la Prisión del Partido, la antigua cárcel que, además de utilizarse como colegio durante mi infancia y que, posteriormente, durante varios años fue ocupada como almacén de la brigada de obras y por el taller de soldadura del Ayuntamiento en su zona principal y patio y, a ambos lados, lo que en su día fueron las oficinas pasaron a ser destinadas como guardería infantil la planta baja del ala derecha y en la primera planta compartían los diferentes cuartos como sede de la asociación de vecinos y un lugar de esparcimiento juvenil, y en el lado opuesto: las instalaciones daban cabida, en la parte de arriba, a una asociación que se encargaba de manera altruista a fomentar el deporte entre los jóvenes y en la zona de abajo se instaló un gimnasio para los adicionados a la halterofilia.


La gente iba de aquí para allá evidenciando sin reparo alguno los nervios que produce cualquier evento que requiera de colaboración humana sin estar correctamente organizados. Los más madrugadores habían preparado migas extremeñas para dar y tomar a toda persona que por allí apareciese y/o en caso de no apetecerles, siempre y cuando fueran mayores de edad, podían optar por tomarse un vasito de cazalla y acompañarlo con una deliciosa perrunilla. Después continuaban con los preparativos para que a eso de las dos estuviese todo dispuesto para la degustación de las piezas asadas a gusto del consumidor mientras fuera posible, es decir, que los que aguardaban en fila para recibir la correspondiente ración podían elegir si les apetecía comer orejas, morro, tocino, filetes, de jamón, de lomo, costilla asada… acompañado de pan, pan, no lo que hay ahora y regado con un vaso o dos de delicioso vino de pitarra. ¡Qué tiempos aquellos!, donde, a pesar de las estrecheces, la gente se reunía como si se tratase de la propia familia; donde todo se hacía por amor al arte, es decir, sin ningún tipo de interés. ¡Qué distinto de lo que hay ahora! El tiempo pasa, las personas cambian y… en fin, quienes vivimos aquellos momentos podemos disfrutarlos y revivirlos cada vez que nos apetezca a través del recuerdo.

Este es el barrio,  en la calle del centro, la que está al fondo a la derecha me crié y estuve hasta los 29 años. 


En este portal, en una de las tres habitaciones del 4º derecha vine al mundo con cinco kilos y medio el jueves 21 de noviembre de 1963, a eso de las dos y media de la tarde.

viernes, 15 de enero de 2016

Dicen que a buen entendedor…

Si llamas a una puerta dos o tres veces y, a pesar de ser consciente que detrás de esta hay alguien, nadie te responde: sería absurdo insistir.


Si te llama la atención alguien que por su actitud, afinidad de ideales y/o principios, cercanía, simpatía… y decides brindarle tu apoyo, lo normal es que, entre ambos, pueda surgir una linda amistad; pero, si, con el paso del tiempo, observas que para ser tenido en cuenta has de estar de acuerdo con todas y cada una de sus acciones e ideas… lo lógico será apartarse cuanto antes de las personas interesadas, ya que: la verdadera amistad no se nutre de favores, sino de emociones y sentimientos. Así mismo, e independientemente de los lazos que nos unan, hay momentos en los que, sin poderlo remediar, el dolor nos inunda en cuerpo y alma a través de la frustración como consecuencia de los desengaños y sinsabores… 

En fin, caminaré de frente por la vida, tal y como he venido haciéndolo hasta ahora, defendiendo cuanto considere justo; por entender que: ha de ser así y no de ninguna otra forma. 

miércoles, 13 de enero de 2016

Y si hablamos de reseñas literarias…

A pesar de que entiendo que no sería necesario aclarar en qué consiste un Blog, me voy a permitir el siguiente atrevimiento:

Un Blog sirve para promover la participación por el simple hecho de que invita a los lectores a formar parte de él con la intención de que se animen a comentar lo que consideren, a sugerir, a calificar el contenido y contribuyan en la difusión del mismo a través de las Redes Sociales, entre otras muchas opciones.

Existen Blogs de diferentes tipos, estos se clasifican con arreglo al formato y el uso que se espera de ellos, y, dicho esto, me voy a limitar a nombrarlos, sin necesidad de extenderme, porque entiendo que el tiempo libre es un bien escaso y por el hecho de ser consciente que, si algún usuario siente interés en saber en qué consiste exactamente, podrá acceder a la información a través de  la barra de búsqueda de«San Google» y/o de cualquiera de los motores de búsqueda restantes que ofrecen sus servicios en Internet global. Los hay personales, profesionales, corporativos, temáticos, de marcas, productos y/o servicios, fotoblogs, audioblogs, vlog o vídeoblogs, mixtos, individuales, colaborativos…

Y ahora que se ha puesto de moda crear un Blog y hacer creer a quienes los visitan que se hallan ante verdaderos profesionales, decir que: hay mucha picaresca en Internet.

Hace un par de años o así, me dediqué a ofrecerles de manera altruista Vidas Truncadas, una de mis novelas a varias personas que administran y/o promueven Blogs de reseñas literarias, es decir, lo que se corresponde con un Blog temático. Pues, bien, como iba contando, ofrecí la novela enviándoles el archivo a través del correo electrónico que rezaba en sus respectivos perfiles, con la intención de si les apetecía echarle un vistazo y, de igual forma, hiciesen la reseña. No sé exactamente el número de correos que envié, pero sí de los que obtuve alguna respuesta. De las veinticinco, todas/os me agradecieron la deferencia y, a pesar de advertirme que no disponían de mucho tiempo libre y que tenían varios libros en cola, se comprometieron a ello sin determinar fecha alguna. Algo que por lógica entendí y agradecí en su momento. Pero, que: con el paso del tiempo, y tras detenerme a leer y observa en dichos lugares, he llegado a concluir que no hay más que mentiras que por sí mismas les delatan como verdaderos/as impostores/as en algunos de los que dicen dedicarse a reseñar libros a nivel personal: que resulta imposible leer y reseñar cien libros en un año, que no hay tiempo material para llevar a cabo la ardua tarea de ir leyendo y anotando todo aquello que sirva para reseñar. Y sin ser conscientes dejan evidencias de lo que en realidad consiste su labor, que no es otra que: copiar reseñas de otros Blogs y, en algunos casos, valerse de sinónimos para que parezcan distintos y de ahí concluyo que solo una de las personas hiciese la reseña que adjunto, por si a alguien le apetece conocer la valoración:




martes, 12 de enero de 2016

Nada acontece porque sí…

En la vida, todo tiene su porqué:

A penas habían transcurrido doce horas desde que me despedía del año tomando uvas y bebiendo sidra en compañía de mi esposa y mis mascotas, cuando, de buenas a primeras, recibí una llamada telefónica que: en principio me dejó tan perplejo como gélida e inmóvil se halla cualquier estatua de rotonda en una noche de enero; pero unos segundos después, tras tomar conciencia de la gravedad del asunto, el pensamiento y la sangre fluían por arterias, venas y neuronas como lo hace la lava que acaba de ser expulsada y, tras depositar el inalámbrico sobre su base, sin poderlo evitar: noté que me faltaba el aire; que me agobiaba comprobar cómo el cerebro era incapaz de asimilar, ordenar y dilucidar el contenido recibido y, de repente, me vi inmerso en un mar de dudas y sentimientos encontrados: la compulsión percibida me hacía temer que la cabeza podría estallar en cualquier momento; pero no fue está, sino un arrebato colérico que, durante unos segundos, propició que por mi boca saliesen sapos y culebras, y, desde entonces, el rencor y la venganza son quienes me han estado aconsejado hasta que alguien apareció, como por arte de magia; aunque soy consciente de que en realidad fue vía Internet.

A penas han transcurrido noventa y seis horas desde que esta persona se hizo presente en mi vida, y a pesar de que no la conozco de nada, a través de sus palabras, he observado que se trata de alguien con mucho mundo, saber estar y elocuente redactar. Su forma de ser y escribir me fascina, me hace sonreír y me cuenta alegrías y penas amatorias con la misma soltura que agita sus alas un colibrí que está tratando de libar el dulce néctar.

A través de sus palabras, además de intuir que se trata de alguien que sabe de qué va el amor y el desamor, de lo que se goza y disfruta del primero y de lo dañino y perverso que se muestra el segundo, percibo que es algo que tiene superado y es capaz de revivirlo y disfrutarlo al escribirlo y recordarlo. Algo que me ha hecho recapacitar y en vez de sufrir y padecer el tormento que he vivido durante estos días: intentaré asumirlo tal y como ha hecho esta persona e indica en su canción Dyango.



domingo, 10 de enero de 2016

¡Basta ya de tanto silencio!


Escrito el 10 de enero de 2016

Por más que lo intento no alcanzo a entender el comportamiento de aquellas personas que sienten necesidad de crear un perfil en cualquiera de las Redes Sociales y agregar como amigos/as a todo quisqui. Tampoco entiendo el mutismo de los/as que frecuentan lugares donde se comparten escritos, novelas, poesías,… donde ni siquiera es preciso escribir nada, donde basta con darle al «Me gusta» y/o compartir con aquellas personas que consideren. Un gesto que no supone ningún tipo de esfuerzo y para el/la que expone sus obras representa un aliciente y la posibilidad de darse a conocer.

A veces, en las Redes Sociales se generan conflictos por cualquier motivo, bien sea por una mala interpretación, o bien porque es el modus operandi de los que, cuando no tienen nada mejor que hacer, entran para divertirse a costa de los demás e irrumpen, una y otra vez, por el hecho de no soportar las buenas formas ni tolerar a quienes ven diferentes; pero lo que verdaderamente me preocupa es que el resto de público permanezcan en el más absoluto silencio. Su actitud genera en mí incertidumbre, por el hecho de que no saber si lo hacen por evitarse problemas o porque en realidad les gusta divertirse desde la barrera sin ser descubiertos y/o tenidos en cuenta.

Cuando alguien se expresa en público tiene asumido que puede convertirse en la diana donde otros descargaran tantas críticas como les venga en ganas; pero ello no conlleva que se tenga que consentir la mofa, y si las personas que están en la sombra, en lugar de permanecer en silencio, exteriorizasen su malestar: posiblemente, además de a quien se ve obligado a defender su dignidad, otro gallo nos cantaría.

El silencio es cómplice inherente de las barbaries que se cometen a nivel global. Si en lugar de permanecer callados, aunáramos nuestras voces: podríamos conseguir un mundo mejor para todas las especies y hábitats. 

sábado, 9 de enero de 2016

Cosas que ocurren en mi ciudad… 17

Escrito el domingo 6 de diciembre de 2015

La semana pasada, caminando por la calle de la Estación, fui abordado por Lorena, una chica que, junto a otras personas estaban solicitando firmas a favor de RECORTES CERO, LOS VERDES, me explicó un poco por encima de lo que se trataba y, al terminar su discurso, la pregunté si había que pagar algo, ella me miró con ademán de sorpresa y negó reiteradamente con la cabeza. Le dí a entender con un gesto que estaba a dos velas a la par que oralmente la informaba de que, por culpa de la Crisis, estaba más tieso que la mojama. Ella sonrió y nos acercamos hasta la mesa. Allí me indicaron los pasos a seguir y después de hacerles saber que soy aficionado a la escritura a nivel de aprendiz y que a través de la escritura, a nivel individual, estaba luchando contra la injusta situación a nivel mundial y que lo hacía de manera altruista, Lorena hizo que se interesaba, la pregunté si tenía cuenta en Facebook, asintió con un gesto y le dije si tenía algún inconveniente en decírmela, y, tras negar verbalmente un par de veces, me la facilitó y anoté, acordando con ella que la enviaría el enlace y, después de firmar, al comprobar que Lorena había desaparecido como por arte de magia, di una barrida con la mirada y me dirigí hacia donde e se había desplazado para continuar abordando a los viandantes y retomé la conversación con ella. Al cabo de un par de minutos me indicó toscamente «Lo siento pero nosotros estamos trabajando». ¡Oh, perdón!, ya lo siento, me creo que la gente va igual que yo y como no tengo horarios que cumplir, pues, me pongo a hablar y no me doy cuenta, la dije con educación, a pesar de la momentánea decepción, al tiempo que levantaba la mano para despedirme de ella y de los demás sobre la marcha y, tras darle un poco de trabajo al que se nutre de azúcares para recopilar información y hacerme entrar en razones, llegué a la conclusión de que tenía que entenderlo como algo normal; ya que ellos, se habían desplazado hasta allí para trabajar, y yo para pasear, sin más.

El lunes de esta, a pesar de que la niebla y las bajas temperaturas aconsejaban quedarse en casa, decidí acudir a la Oficina de Comisiones Obreras para asegurarme de si tenía que renovar o no la (TPC), es decir, Tarjeta profesional de la construcción por el hecho de haber leído en Internet que no era preciso, en previsión de que tuviese que aportar algún tipo de documentación, por ser este el único mes para la tramitación y los pocos días laborales: no me quedó otra que volver a salir a la calle, después de haber regresado de recoger el pan nuestro de cada día y de paso  acompañar a mi mascota mientras esta aliviaba sus esfínteres y vejiga, con la única intención de salir de dudas. Y, tras salir del portal, me encaminé hasta el lugar a través de la Calle Francisco Cantera: por ser esta la que desde mi domicilio me conduce directamente. Al llegar a la altura donde esta converge con la de La Estación, fui abordado por, la que posteriormente daría por la portavoz del grupo, Diana y, tras comunicarle que ya había firmado, me indicó que la firma de ahora era para otro asunto diferente pero relacionado con el mismo tema y, acto seguido, intentó en vano explicarme de qué iba el tema en concreto; ya que, por tener prisa en realizar las gestiones previstas por mí, al observar que tenía una especie de periódico y folletines, le consulté que si había que pagar algo por ellos, a la par que le refería mi situación de la misma forma que a Lorena. Intenté hacerla entender que no era necesario, que, estaba convencido desde la última vez que coincidí con ellos en el mismo lugar. Ella insistió… ¿Qué cuestan?, insté a la par que dirigía la mirada hacia su antebrazo. Pero déjame que te explique… No te preocupes dime cuanto valen y a pesar de mi precariedad... Pero deja… No es necesario, si los compro no es por quedar bien, sino porque los voy a leer. El periódico un euro y este tres. Bien, haré un esfuerzo, dije al tiempo que me echaba la mano al bolsillo de atrás para sacar la desusada billetera y, tras entregarle en mano al único el único inquilino, uno de cinco, entre una y otra cosa me despedí amablemente de ella y del resto levantando la mano y haciendo un gesto con la cabeza. Pero ¡¿no firmas?! ¡Ahí va la hostia!, para algo que es gratis, dije sonriéndome, buscando la complicidad de ellos. Después tomé un bolígrafo y al ponerme a rellenar los datos, observé que la cosa se resistía como consecuencia de la humedad que el papel había absorbido y, tras cumplimentar el formulario, me entregaron una chapa y una octavilla donde, en la parte de atrás, se indicaba que el sábado día 5 a las cinco de la tarde se celebraría un evento para dar a conocer su alternativa electoral, sin más: me despedí de ellos levantando el puño con el pulgar indicando hacia arriba.

Al llegar a la Oficina de CC. OO. no me quedó otro remedio que esperar a que terminase de atender a una mujer y que atendiese a un hombre que al igual que yo, estaba esperando su turno y, mientras tanto, después de dar una barrida con la mirada y coger varios folletos relacionados con asuntos laborales, me entretuve echándoles un vistazo por encima y conversando con el que estaba delante de mí y, unos quince minutos después, tras llegarme la hora y exponer el motivo de mi visita a la señora que está a cargo y asegurarme esta que no era necesario, le dije que si en vez de palabra me lo podía hacer constar por escrito y poner el sello, alegando que era para evitar que en el futuro me supusiera algún perjuicio y/o ocasionar algún tipo de molestia o económica. Ella, además de afirmar que no habría ningún problema, me indicó que me pusiera en contacto a la Fundación Laboral para comprobarlo si no me fiaba de su palabra. En fin, que, a pesar de la frustración, no me quedó otra que: darme por satisfecho y retornar a casa siguiendo el mismo itinerario, y al llegar a la altura de los de RECORTES CERO, LOS VERDES, al evocar en mí las palabras de Lorena opté por saludarles desde la distancia sin más.


En la mañana del miércoles, en lugar de quedarme en casa escribiendo, opté por coger las gafas de leer y por llevarme las dieciséis páginas que componían De Verdad, el periódico quincenal de Unificación Comunista de España, cuya portada aconsejaba que el día 20D había que apoyar a: RECORTES CERO-LOS VERDES LA ALTERNATIVA POR LA REDISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA.

A medida que iba adquiriendo información noté una sensación tan agradable como cuando en verano, después de haber recorrido un largo trecho, te tumbas sobre la hierba bajo la acogedora y gratificante sombra de un soto y, justo cuando iba por la mitad, la melódica sintonía de Expediente X, me indicó que alguien quería ponerse en contacto conmigo:

   —¡Dígame! —solté sin más, tras haber comprobado que ese número no estaba registrado en la memoria del dispositivo.

   —Hola, buenos días. Es usted Francisco, ¿verdad?

   —S sí, s sí, s soy yo ¡d dígame! —tartamudeé, evidenciando el nerviosismo que me invadía en aquel instante, al imaginar que podría tratarse de una de las empresas a las que había enviado el Currículum vitae la semana anterior.

   —Soy Diana, de Recortes Cero y el motivo de mi llamada es para saber qué le ha parecido nuestra Alternativa para las próximas Elecciones Generales y…

   —Justo ahora estoy en ello —le indiqué totalmente recuperado.

   —¿Y qué le ha parecido nuestra Alternativa?

   —Ya te dije el otro día que me sentía identificado y que compartía el mismo pensamiento con respecto a algunos puntos y fue por ello que sentí la necesidad de saber hasta dónde alcanzaba la propuesta.

   —¿Ha decidido ya si va a asistir al evento programado para el sábado?

   —Sí, sí. Cuenta con ello.

   —¿Podría convencer a algún familiar, amigo o vecino para que le acompañase?

   —¡Huy, madre!, eso ya está peor. La verdad es que, a pesar de que tengo muchos conocidos, tan solo uno ha alcanzado el grado de amigo, mi mujer es reacia a este tipo de actividades y…

   —¿Le importaría que le llame en otro momento para confirmar cuántos asistirán con usted al Centro Cívico?

   —No, no, puedes llamar cuando quieras.

   —¿Le parece bien el sábado a la una?

   —Vale, hasta el sábado entonces.

   —Muchas gracias por atenderme, ¡que pase usted un buen día!, Francisco.

   —Nada que agradecer y mucho por compartir, de eso, entre otras cosas, creo que trata la Vida. Igualmente para ti —dije, poniendo el punto y final a aquella agradable conversación. Me quité las gafas, doblé el periódico para introducirlo en el bolsillo de la cazadora y me dirigí hacia el campo donde se disputan las mejores partidas de petanca, si no de todo el territorio español, al menos sí en el de la Comunidad Autónoma de Castilla y León.

Al llegar a casa.

Vaya por delante que todo podría haber sido fruto de una mala interpretación, por mi parte, como consecuencia de la capacidad de imaginar y por la costumbre de dejarme llevar por los pensamientos hasta donde estos me quieran llevar…:

   —¿De dónde vienes, a estas horas? —dijo mi esposa—, ¿qué traes ahí?

   —¿No lo ves? —dije a modo de saludo, a la par que le enseñaba y desplegaba el susodicho ejemplar.

   —¿Y eso qué es? —insistió con desaire.

   —¿No te acuerdas de lo que te comenté anteayé?

   —No, ahora mismo no, ¿pasa algo por eso?

   —No, no lo sé, pero si que puede pasá…

   —¿A qué te refieres?

   —¿Me acompañas en sábado?

   —¡¿A qué?!, ¡¿a dónde?!

   —San puesto en contacto conmigo los de Recortes Cero para sabé si voy a ir el sábado al mitín.

   —¿A qué hora es? ¿ dónde es?

   —Pues, dónde va a sé, a las cinco de la tarde en el Centro Cívico. ¡Jodé!

   —¿Y dónde está eso?

   —Por la zona del Emiliano Bajo, al lao del Lidl nuevo.

    —¡Buff!, lo que me faltaba ya…

   —No, ¡hombre! Si hace falta llevo el coche.

   —No sé, ya te diré; pero vamos, que: no te hagas ninguna idea.

   —Está bien, a ver si es posible que me lo digas antes de la una del sábado.

   —¿Y eso por qué?

   —¡¿Hay que decirlo todo, jodé?!

   —Pues, sí.

   —He quedado con la chica que me llamaría a esa hora para confirmar cuántos acudiríamos. No sé si es para hacerse una idea y saber si el lugar dispone de espacio suficiente o yo que sé.

   —Bueno, bueno, tampoco te pongas así.

Al intuir que, de seguir así, podríamos acabar como en el Rosario de la Aurora, opté por guardar silencio y sentarme a comer sin más.

El viernes, a última hora me confirmó que me acompañaría al evento.

EL sábado por la mañana, antes de salir de casa por segunda vez, cogí las gafas con la intención de trasladarme hasta el mismo lugar que el miércoles y terminar de leer el periódico de marras. La mañana estaba poco apetecible y, al observar que X llegaba al centro de reunión, le plegué de nuevo, le introduje en el bolsillo de la chamarra e hice lo mismo con las gafas después de meterlas en la rígida funda y me encaminé hacia el lugar.

Al llegar, con voz altiva dí los buenos días con la intención de que se dieran por enterado los que allí estaban presentes. X, como casi siempre, estaba intercambiando opiniones con respecto a su tema favorito, es decir, de futbol y, en especial, de su idolatrado BarÇa y de los resultados publicados en prensa escrita, después de haber comprado y leído el Marca, como todos los días.

Unos minutos después, hice un gesto con la mano y X se acercó hasta mí.

   —¿Qué pasa Francisco?

   —A ver cómo te lo explico… —musité.

   —¿El qué?

   —Se trata de esto —dije al tiempo que le entregaba el periódico—. No creas que trato de convencerte de nada, simplemente quiero comentarte si te apetece acompañarnos.

   —¡Bufff! La política no me interesa para nada. No he ido a votar nunca. Ellos no se preocupan más que de llenarse el bolsillo a costa de los demás. Mucho hablar; pero, al final: todo es mentira. ¡Que vayan ellos y se voten así mismos!

   —Bueno, bueno, tampoco te pongas así. Entiendo que ahora puede haber un cambio importante a nivel nacional y quizás…

   —Todos son iguales y si quieren que les vote: primero que me den trabajo.

   —Está bien, es tu opinión y, a pesar de no estar de acuerdo, he de respetarla; pero luego no te quejes si vuelve a salir el que está.


Me sorprendió su actitud, por el hecho de tenerle por una persona sensata; pero entiendo que está en su derecho de hacer lo que quiera, ya que: para ser amigos no es preciso tener que concordar al cien por ciento.

jueves, 7 de enero de 2016

Por principios, que no por obligación…

Puedo comprender que cada cual es libre de contar u omitir todo aquello que, y a quien, considere; pero de ahí, a tener que transigir sin más: me niego rotundamente.

La duda, además de ofender, ser cruenta y herir de muerte, puede hundir el estado anímico de cualquiera que tenga un mínimo de dignidad. Y, cuando te sientes decepcionado, lo normal es que, además de la frustración, la tristeza, la desilusión, el enfado…, afloren el rencor y la rabia.

Las relaciones personales se resienten y rompen cuando descubres que estas no están edificadas sobre principios irrenunciables. Uno de ellos es la confianza. La convivencia con las personas resulta gratificante cuando damos por hecho que estas se muestran sinceras y nos brindan el lugar y el respeto que merecemos.

Decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa, según la RAE, equivale a mentir. A través de la mentira se dañan gravemente las virtudes de la sinceridad, la lealtad y la justicia, entre otras. La mentira provoca daños enormes cuando proviene de personas que tenías por buenas y de repente eres consciente que te han engañado, te han mentido, te han traicionado…, y, como consecuencia de ello: nace una pena profunda en el corazón y, a pesar de ser consciente que el paso del tiempo hace posible que una desgarradora experiencia, por cruenta e injusta que parezca, termina si no con todo el dolor, al menos hacerlo soportable. No obstante, puedes dar por hecho que nada será como antes, porque una vez que surge la duda, está se hace presente en cada acto, en cada palabra y, por ende, no sabes si dejar pasar el tiempo o cortar cuanto antes por lo sano: por entender que es lo correcto después de haber tenido que oír a una de las partes, que si estás así es porque lo has sacado de contexto y que todo se debe a una paranoia tuya. En fin, ya somos mayorcitos y, a partir de ahora, que: cada cual cargue con su conciencia y penitencia.

miércoles, 6 de enero de 2016

Conflicto interno…

Escrito el día 5 de enero de 2016

   —No le des más vueltas al asunto. En realidad no es tan grave si lo analizas con detenimiento —sugirió el Sentido Común.

   —¡¿Qué no tiene importancia?! —gritó, a la par que martilleaba con reiteración sobre las sienes, la Sin Razón—, ¡¿sabrá este cómo te encuentras en estos momentos, tú?!

   —Trata de asumirlo, tienen derecho a decidir qué y a quién contárselo.

   —¡No le hagas caso a este churrullero, que va de bueno!, ¡él no ha sufrido el vacío, ni sabe cómo te sientes!

   —Hazme caso, por favor… no puedes tirarlo todo al garete así de golpe. Recuerda que, desde que tienes uso de razón, has venido manteniendo que era lo mejor que te había tocado en la vida y que estabas orgulloso de ello; ¿qué pensarían  tus progenitores de saber lo que estás barajando?

   —¡No pienses en nadie, piensa en ti! ¡Tú y solo tú eres quien ha sufrido el mazazo, sin venir a cuento! ¡No te de pena de nadie! Piensa en ti y preocúpate de ti: que en el fondo estás más solo que la una y eres consciente desde hace mucho tiempo. ¡No seas estúpido y quítate la venda de una vez!

   —Te ruego que no te precipites, que recapacites, que escuches al corazón, que recuerdes los bellos momentos que has compartido con todos y cada uno…

   —¡Ja, ja, ja!, ¡no le hagas ni puto caso a este estúpido!

   »¡Sabes perfectamente que la realidad no tiene nada que ver como él ni con lo que ellos quieren hacerte ver!

   »¡Tú eres muy diferente a ellos, tú vas de frente, con el corazón en la mano y la verdad por delante!

   »¡¿Acaso necesitas alguna prueba más para llevar adelante lo que consideres justo para ti?!

   »¡Deja de hacerte el tonto!, tal y como has venido haciendo hasta ahora y mira por ti.

   »¡No te de ninguna pena de quienes te han hecho el vacío y no te sientas culpable!, que al fin y al cabo, han sido ellos los que mal han obrado y no tú.

   —Sé que te sientes como el perro que descubre que acaba de ser abandonado, como el niño al que le arrebatan su juguete preferido para arrojarlo al fuego, como la cebra que contempla a una manada de leonas mientras despedazan y engullen a su cría…

»Te aconsejo que hagas uso de cuanto has aprendido, que medites y reflexiones antes de dejarte llevar por los malos pensamientos y la Ira.


   —¡Qué lo hubieran pensado antes!, a ver si ahora vas a tener que comulgar con ruedas de molino y sentirte culpable; que en esta ocasión, de haber alguna víctima: has sido tú y nadie más… 


martes, 5 de enero de 2016

Presente imperfecto...

Una mañana, como otra cualquiera, salí a pasear con dirección a la Calle de La Estación con el fin de que a través de esta enlazar con la prolongación de Ronda del Ferrocarril y conducir mis pasos siguiendo la carretera del Plan de Emergencias Municipales en la provincia de Burgos (PEMBU) hasta que al llegar a la puerta del Polideportivo Municipal viré hacia la izquierda con la intención de que al llegar a la altura de la mini depuradora tomar la senda que conduce hasta la barraca que está ubicada en el punto donde convergen el río Bayas y el Ebro.

Al llegar al punto neurálgico, por excelencia de la ciudadanía, a través de la calle que está dedicada al que en su momento fue un destacado humanista, hebraísta e historiador español…, sí, sí el mismo que obtuvo el elogiable reconocimiento mundial por sus estudios sobre el judaísmo español, me llamó la atención la algarabía que tenían formada un grupo de pavos que reivindicaban al son de «Sí se puede… Sí se puede… Sí se puede…», y a pesar de que ni siquiera me detuve a observar y continué con el rumbo previsto con la única intención de disfrutar del bonancible día que había amanecido y gozar del alegre trinar de enceldados los pájaros y el susurrante discurrir de las aguas y la brisa mañanera.

Un par de horas después, al retornar al gallinero donde moro, como cada día, antes de sentarme a la mesa para reponer los nutrientes consumidos como consecuencia de la ardua tarea realizada, me dirigí al cuarto donde tengo ubicado el escritorio y conecté el ordenador con la intención de echarle un vistazo a las noticias y los lugares que frecuento antes de restarle unos minutos al día con una reponedora siesta. Más que nada, para no perder una de las costumbres de ni adorada Extremadura y porque los expertos dicen que con una de 10 a 20 minutos sirve para refrescar la mente, incrementar la energía y el estado de alerta, y quiso la casualidad y/o el Destino que, al teclear en la barra de búsqueda Noticias Miranda de Ebro, apareciese una imagen del susodicho y comencé a interesarme por lo que este y su grupo hacían a favor  de las personas afectadas por los desahucios, por el hecho de entender que realizaban una buena labor. A partir de ahí, me aficioné a leer las ruedas de prensa que han venido sucediéndose en los últimos meses por el hecho de verme reflejado de algún modo con algunos de sus actos, ideales y palabras; pero que, ¡lamentablemente para mí!, dejó de tener credibilidad cuando observé el latente interlineado que existente entre su predicado y forma de actuar algo que por sí solo haría desistir hasta al más zote. Me sentí tan decepcionado por ese motivo: que todo se fue al garete. y por referenciar alguna de las causas, he aquí unos ejemplos: 

En cierta ocasión, presencié en uno de los vídeos donde quedan grabados los Plenos como este, que trata de justificar que si utiliza el término nosotras es con el fin de incluir a la mujer, tal y como, según él, consta en las normas que conlleva utilizar el lenguaje inclusivo; pero que si te pasas por allí no existe referente alguno que indique lo que ha malinterpretado y, por ende, mal utiliza: resulta muy contradictoria su argumentación cuando en el Pleno, en lugar de  sugerir a la alcaldesa que le subrayase el no recuerdo ni entiendo sea necesario transcribir  por el hecho de que si alguien duda de mi palabra lo puede comprobar visualizando el vídeo. ¡Subráyame dónde dice eso…!          —exclamó, con tono imperativo, a la par que la señalaba con el dedo índice, es decir, con una actitud descaradamente machista.

Es habitual en él agregar alguna muletilla o frase despectiva bien sea a modo de prefijo o bien de sufijo y que, independientemente de que sus afines, amigos, camaradas he incluso él mismo crean que le aporta mayor contundencia a su discurso, lo único que le restan es credibilidad y perjuicio; ya que de seguir así: en lugar de alzarse con el trono y cantar victoria como gallo: tendrá que conformarse con ser un simple pollo pera y, por ende, convertirse en el hazmerreír del lugar y/o en el burlador burlado.

El mismo que mediante una rueda de prensa expone que su grupo y él rechazan el privilegio de poder aparcar en la plaza de Santa María por el hecho de ser concejales y por entender que, además de existir dos zonas de aparcamiento en las inmediaciones, está en contra de cualquier privilegio.

El mismo que justifica los desaires y las acusaciones que lanza contra el grupo al que pertenece quien ocupa el sillón que tanto anhela, por entender que como oposición tiene que denunciar todo aquello que no está dentro de la Ley. Algo que hasta aquí se podría considerar coherente; pero da la casualidad, que: si te detienes a observar que hay detrás de las «buenas» intenciones, descubres que está detrás de un acto que según él y los que lo están promoviendo no se tienen en cuenta que el cartel anunciador del acto previsto para el día 9 en la Fabrica de Tornillos podría contener publicidad engañosa, podría no ser tan benéfico como quieren hacer ver, que podría darse el caso de que careciesen de las licencias exigidas a cualquier otro ciudadano que quiera dedicarse a vender algo, que podrían estar sin darse de alta en la Seguridad Social, que careciesen de carnet de manipulador de alimentos y lo que considero aún peor obtener unos ingresos libres de contribución haciendo creer que es por una buena causa. Y que encima gocen del privilegio de no tener que abonar nada por el alquiler del local cuando el beneficio ni siquiera es a nivel de colectividad.


Vamos, que por lo que a mí respecta: entiendo que el pollo pera se está retratando totalmente en contra de lo que nos quiere hacer ver y creer.